domingo, 27 de octubre de 2013

EL ENVEJECIMIENTO OCULAR 


Lectura recomendada:

Dr. Alejandro González Santos

Este libro está dirigido a las personas que sufren presbicia, hipermetropía, miopía y astigmatismo para ayudarlas a lograr una mejor calidad de vida, enseñándoles con este nuevo método a contrarrestar las limitaciones que provocan estos problemas. 





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y COMO LEER SIN ANTEOJOS Y CONSERVAR LA VISIÓN
(sin cirugía)
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EL ENVEJECIMIENTO OCULAR
Dado que el ojo es uno de los órganos que más precozmente manifiesta síntomas de envejecimiento, ofrecemos este blog para reunir una serie de consejos y advertencias que pueden resultar útiles para detectar síntomas o signos de envejecimiento ocular y poder hacer una consulta al especialista a tiempo. De este modo se podrá prevenir complicaciones, recuperar la visión y evitar incapacidades definitivas. 

La palabra "envejecimiento" no nos da una buena sensación a la mayoría de nosotros a causa de los problemas y enfermedades asociadas con él. 
El envejecimiento puede ser considerado de muchas maneras diferentes, según se refiera a cambios sociales, de comportamiento, fisiológicos, morfológicos, celulares y moleculares, En su sentido más amplio, es la disminución continua e irreversible en los distintos procesos fisiológicos una vez pasada la fase reproductiva de la vida. 

Los cambios que se producen más precozmente son: 
 
Cambios sensoriales: Los órganos de los sentidos juegan un papel central en nuestra capacidad para reunir información y participar en las interacciones sociales. Estos cambios son los siguientes: 
En la visión:

El ojo es uno de los órganos que más precozmente manifiesta síntomas de envejecimiento. 
Estos síntomas se manifiestan como disminución funcional de la visión y alteraciones estéticas en los párpados y en los ojos. 
La disminución funcional consiste en la dificultad en enfocar de cerca  presbicia  y en ocasiones también de lejos  hipermetropía . Las alteraciones estéticas suelen ocurrir cuando el color blanco de los ojos se modifica y con frecuencia se los nota enrojecidos. Además, a veces comienzan a percibirse sensaciones de irritabilidad, ardor y sequedad que pueden ser molestas y dolorosas. 
Cuando esto ocurre, la expresión de la mirada se hace menos vivaz, los párpados superiores descienden y los ojos se abren menos, el rostro y la mirada parecen cansados o tristes.  
Este proceso suele acentuarse después de fijar la vista durante un tiempo prolongado. Suele acompañarse de disminución de la secreción de lágrimas que produce sequedad en los ojos y una consecuente dificultad para abrirlos al despertar o el deseo de mantenerlos cerrados y de masajearlos o de mojarlos durante el día. La disminución de la secreción de lágrimas se siente cuando aumenta la evaporación por exposición al viento o por disminución de la humedad en ambientes climatizados.
Las molestias pueden ser tan intensas que se percibe una sensación de cuerpo extraño que provoca que paradójicamente, los ojos comiencen a llorar por el malestar. Estos cambios suelen producirse porque la sequedad ocular daña los tejidos de la superficie de la córnea y la conjuntiva y se producen lesiones denominadas queratitis. 

Las lesiones de queratitis ocurren también por otros motivos, como causas orgánicas, desequilibrios hormonales, alergias o problemas emocionales. En ocasiones, se producen por la contaminación química ambiental debida al uso de productos domésticos o cosméticos, y en particular por el abuso en la utilización de la lavandina, el amoníaco, solventes de pinturas o polución de cal. 
El diámetro de las pupilas disminuye con la edad y hay una disminución de la intensidad de la luz, por lo que a muchas personas mayores les cuesta adaptarse a la oscuridad y leer o deambular con baja iluminación Debido a estos cambios, las personas mayores requieren tres veces la cantidad de iluminación para ver como una persona más joven.

Desde el punto de vista estético, la mirada de una persona con las pupilas más dilatadas parece ser más cautivante que la de una persona con pupilas pequeñas.  


Hay engrosamiento de la lente del ojo. Esto se traduce en difracción de la luz, aumento de la sensibilidad al deslumbramiento, disminución de la percepción de profundidad y a la vez más dificultades para distinguir colores pastel, especialmente azules y verdes.

Algunas personas pierden las habilidades al deambular y se sienten inseguras porque no perciben claramente el entorno. Ha disminuido su capacidad de ver hacia los lados, es decir, su campo visual. Esta situación puede darse por una enfermedad llamada glaucoma o por problemas de irrigación del ojo o del sistema nervioso central.  
Hay quienes por el contrario pierden la visión en el centro de la dirección de su mirada pero conservan la visión del entorno. Esto ocurre en quienes sufren una enfermedad de la retina llamada maculopatía. A veces se manifiesta por presentar una deformación de las imágenes de uno de los ojos, por ejemplo, ven uno de los bordes de una mesa recto y el otro lado curvo. Puede deberse a stress, a mirar fijamente el sol o a problemas circulatorios seniles. 
Otras veces, aunque la visión para la lectura no sea mala, cuando un rayo de luz ilumina de lleno los ojos, como durante la puesta de sol o cuando se encuentran los faros de frente al conducir, se produce un fuerte resplandor que enceguece. Así lo describen quienes padecen catarata. 

Las manchas flotantes son puntos diminutos, "telarañas" o "moscas" que tienen movimiento y  parecen flotar a través de su visión. Es posible que usted las vea mirando el cielo cuando está afuera en un día despejado. Las manchas flotantes pueden ser una parte normal del proceso de envejecimiento. Pero a veces son señal de un problema más grave en los ojos, tal como el desprendimiento de la retina.

Hay pérdida de la acomodación que hace la lectura de cerca más difícil. Esta condición puede ser corregida.
Las dificultades en la visión en los adultos normales suelen comenzar entre los 40 y 50 años debido a la aparición de la presbicia. La presbicia afecta a ambos sexos por igual. 

Los problemas habituales de la refracción del ojo se denominan hipermetropía, astigmatismo y miopía. Los problemas de la acomodación son la presbicia y la flaccidez o paresia acomodativa. Se los puede tratar con medios ópticos, farmacológicos y quirúrgicos. Los ópticos pueden ser anteojos o lentes de contacto. Los farmacológicos son las gotas para presbicia e hipermetropía. Los quirúrgicos son láser o implante de lente intra-ocular. 
 
Se puede detener la hipermetropía y la presbicia con medicamentos en gotas. Para la miopía existen métodos preventivos ópticos. Todos los problemas visuales mencionados tienen tratamiento quirúrgico, que se aplican en los casos más avanzados. Sin embargo, cuando no son tan graves se utilizan los tratamientos con gotas y los tratamientos ópticos. También se pueden combinar tratamientos quirúrgicos con gotas para mejorar el resultado y evitar la recidiva después del láser. 
 
Es importante tener en cuenta que los problemas visuales graves que no pueden ser solucionados con anteojos son incapacitantes. Provocan gran deterioro de la calidad de vida y se acompañan de cuadros emocionales de angustia y depresión por las dificultades para relacionarse socialmente y el temor a la ceguera. 
 
Aunque el desarrollo actual de la tecnología exige una óptima capacidad visual, las personas cuyas capacidades visuales se han visto disminuidas no se adaptan fácilmente a esta evolución tecnológica. En este caso, los tratamientos con gotas permiten recuperar la visión de lejos y de cerca a muchas personas que sólo podían mejorar su visión con medios ópticos o cirugía. Este tratamiento es ideal para prevenir el progreso de la presbicia desde que se inicia y para que las personas que no son aptas o no desean someterse a una cirugía puedan recuperar sus capacidades perdidas. 
Muchos de estos síntomas de deterioro están relacionados con el envejecimiento porque en esa etapa de la vida las defensas bajan y la capacidad de reparación de los tejidos dañados es menor, lo que provoca que las lesiones no cicatricen y progresen. 
Conociendo nuestras debilidades frente a estos factores riesgosos la conducta más adecuada es conservar nuestro sentido de la vista sano aplicando nuestras habilidades para cuidar nuestros ojos. 
·                 Asegurar una buena higiene controlando que el agua no tenga contaminación bacteriana ni química 
·                 Humectar los ojos con solución fisiológica o productos hidratantes (lágrimas artificiales) y protegerlos del viento con anteojos envolventes.  
·                 Quienes practican natación deben evitar la penetración de agua con antiparras.  
·                 Mantener la ventilación de los ambientes, evitar la polución de químicos y la aplicación de cosméticos cerca de los ojos. 
·                 Cuidar que la climatización del ambiente no le haga perder al aire la humedad necesaria y que la corriente de aire climatizado no se dirija hacia los ojos. 
·                 Para detectar y prevenir el glaucoma y la maculopatía se recomienda hacer un examen oftalmológico completo una vez por año y evitar utilizar gotas de colirio que contengan corticoides.  
·                 La catarata traumática puede prevenirse protegiendo los ojos con antiparras de alto impacto cuando se realicen tareas riesgosas. 
·                 Debe prestarse especial atención a no frotarse los ojos para evitar la progresión del astigmatismo. 
·                 Se puede evitar la progresión de los defectos de refracción (hipermetropía) y de acomodación (presbicia) usando los anteojos del modo correcto con el agregado del tratamiento farmacológico de gotas para la presbicia. 


En la audición: Hay una disminución de la sensibilidad a los tonos de alta frecuencia y la disminución de la discriminación debido a cambios en las células ciliadas y en los huesos cocleares del oído interno. Aproximadamente el 30 % de todas las personas mayores tienen alguna discapacidad auditiva. 

En el gusto y el olfato: Gusto y olfato están inter-relacionados. Su mala percepción es importante para comer con gusto o placer, así como detectar los peligros en el medio ambiente, tales como alimentos en mal estado, el humo y los gases. 

En la piel: La piel pierde grasa subyacente y glándulas sebáceas, causando arrugas y la reducción de la elasticidad. 

Los diversos cambios en la capacidad intelectual son: 
Efecto sobre la inteligencia: la inteligencia general está asociada con una serie de habilidades que nos permiten darle sentido a nuestras experiencias: la capacidad de comprender nueva información, la capacidad de pensamiento abstracto, la capacidad de tomar decisiones racionales, la habilidad espacial, la habilidad numérica, la fluidez verbal, entre otras.  

Efecto sobre el aprendizaje y la memoria: La mayoría de las personas experimentan un modesto aumento en los problemas de memoria a medida que se hacen mayores, particularmente con respecto a la capacidad de recordar experiencias relativamente recientes. Hay disminución de la capacidad de acumular información nueva y para recuperar información existente de la memoria. 

Cambios en la personalidad: Uno de los cambios en la personalidad mejor documentados en la edad adulta es el aumento de la preocupación por la vida interior, incluyendo una mayor atención a los sentimientos personales. Otro de los cambios indica que con la edad, los hombres y las mujeres parecen ser más similares en términos de sus valores ​​y estilos de personalidad. Los estudios realizados en varias culturas diferentes han encontrado que los hombres tienden a volverse más inclinados a la crianza, mientras que las mujeres tienden a ser más instrumentales y orientadas al logro. 

En el sistema metabólico: Los sistemas metabólicos son responsables de transformar los alimentos en energía. Después de los 25 años de edad, todos experimentamos una disminución de aproximadamente un 1% anual en la tasa metabólica. 

En la sexualidad: el deseo sexual y performance continúan hasta bien entrada la octava década de un individuo, aunque la frecuencia puede disminuir.

En el sistema cardio-vascular: Atrofia del músculo del corazón, especialmente en el ventrículo izquierdo, calcificación de las válvulas del corazón, pérdida de elasticidad en las paredes arteriales (arterioesclerosis) y depósitos intra-arteriales.

En el sistema respiratorio: Las vías respiratorias y tejidos pulmonares se vuelven menos elásticos y con menor actividad. 

En el sistema músculo-esquelético: Atrofia generalizada de todos los músculos acompañados por la sustitución de un tejido muscular por depósitos de grasa. 

En el sistema gastrointestinal: Reducción en la producción de ácido clorhídrico, saliva y enzimas digestivas. 


Lo importante, en todo caso, es conocer nuestras fortalezas y debilidades, aprender a cuidar nuestra salud y poder diferenciar los cambios fisiológicos normales de aquellos asociados con enfermedades.




 
Para saber más… 
Recomendamos consultar estos sitios: 
 
 

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